La calle está oscura y lo único que puedo ver es mi casa en llamas. Veo las llamas como lentamente aumentan y consumen la parte baja de mi casa y ahí empiezo a ver como las paredes empiezan a ceder y sé que lo próximo en caer será el techo producto del fuego.
Es triste pero fue mi culpa, pues nunca le presté atención a mi casa.
Vengo con esta historia para hablarles sobre la dislocación de tobillo.
El tobillo es el primer soporte que toca el suelo cuando queremos movernos de un lugar a otro. Ahora imagine si esta articulación se disloca y nosotros no podemos hacer nada por ella. Lo próximo que se verá afectado será la rodilla, la cadera, el disco lumbar y finalmente la cervical.
Así es como calza el tobillo en la historia que les conté al principio. Las partes del cuerpo van cediendo poco a poco como la casa en llamas.
Cuando la articulación del tobillo se disloca los tendones se presionan y se empieza a poner morado y a hincharse.
Como quiropráctico lo primero que me gusta hacer es examinar y evaluar el tobillo para descartar poco a poco las causas:
1-¿Cuál hueso está dislocado?
2-¿Cuál músculo está bajo tensión?
3-¿Qué ligamento está dañado?
Una vez que el quiropráctico examina el tobillo puede determinar qué tan dañado está y tras revisar las radiografías puede asegurarse de que no tiene ningún tipo de fractura.
Luego el paciente debe empezar un tratamiento que consiste en aplicar lo siguiente:
1-Electroterapia
2-Vapor Ruso
3-Estimulación muscular
4-Terapia caliente y fría
5-Ajuste del tobillo
Es importante que el paciente sea constante en las terapias antes de que su problema se complique y se extienda a otras articulaciones como la cadera o la rodilla. Cada terapia tarda entre 45 y 90 minutos.
Para más información llamar a los teléfonos 8376-37-79 ó 2222-31-52.
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